9 de julio de 2010
Carta de JAIME RAFAEL GNECCO HERNÁNDEZ, mi padre, publicada en EL PILÓN el jueves 18 de febrero de 2010 en respuesta a otra carta abierta al público que hiciesen, aparentemente firmasen y publicasen en una página de publicidad pagada del mismo periódico (en el mismo apéndice publicitario pagado donde afirmaba Pedro Muvdi ser respaldado por el Partido verde y que ayer fuese desmentido de manera categórica por los “Tenores” de dicho partido) los señores:
CASTO GUTIÉRREZ RETAMOZO
QUILIAN ELÍAS RINCONES
JOHN JAIRO DÍAZ CARPIO
ALBERTO LUÍS GUTIÉRREZ
YOVANNY ROMERO RAMÍREZ
RAFAEL ARRIETA GARIAZAO
PEDRO MANUEL CONTRERAS
TITO PUMAREJO JAZBUN
JAQUELINE PADILLA
SERGIO MURILLO CLAVIJO
BASILIO PADILLA VÁSQUEZ
RICARDO MABEL IGUARÁN
PEDRO JIMÉNEZ PEROZA
YESITH TRIANA AMAYA
ANTONIO MONTAÑO BARÓN
JOHN GIL ROJAS
GABRIEL MUVDI ARANGUENA
ARTURO CALDERÓN
JOSE LUÍS URÓN
GONZALO GÓMEZ
GUILLERMO CASTRO DAZA
ÓSCAR GUERRA
EDUARDO MURILLO DAZA
SERGIO ZAPATA ROMERO
Valledupar, 16 de febrero de 2010
Señores
Amigos de A. Pedro. B. Muvdi
La Ciudad
En nombre de Alá, doy la bienvenida a su galante y exquisita carta que he recibido de ustedes y paso a contestarla. Me extrañó al principio que ella no viniera en una columna de “opinión”, como la mía que motivó la suya pero mirando la lista de los nombres, vi que no hay nadie entre ustedes que se dedique al oficio de escribir aunque sea como hobby, como lo hago yo, pero sí he podido notar que hay muchos que se dedican a los negocios, casi la mayoría, es decir, siempre están comprando o vendiendo algo, intervienen en licitaciones y se las ganan y son campeones para conseguir contratos, por eso no me extrañó que en contestación a mi modesto artículo, hayan utilizado páginas de “publicidad” en la que ustedes son expertos o más bien es lo único que saben.
Advierto que en la lista hay amigos entrañables, me imagino la presión para que firmaran pero si insisten en su posición y ratifican los epítetos que me endilgan, qué vamos a hacer, se han ido muchos amigos por nuestra intransigencia con la corrupción.
Al grano: ustedes pueden sufrir el sobresalto que quieran, pero la manera en que me dirijo a Pedro Muvdi no es no grosera ni irresponsable, lo mismo en lo que atañe a Pardo, porque todo lo que se dice es verdad, ahí no hay injurias ni calumnias, ni aseveraciones tendenciosas ni mucho menos mente perversa porque como decía un tío mío: “cuando yo digo que la mula es mora es porque tengo los pelos en la mano” todo lo que apareció en el artículo está consignado, tanto en la Fiscalía como en la Procuraduría general de la Nación y en la Corte Suprema de Justicia.
A ver si ustedes siguen engañados como lo estuve yo, como quiera que no ando detrás de nadie lamboneando creí que el movimiento de Pedro Muvdi para las elecciones de directorio del Partido era mística por el liberalismo para escoger a los mejores, pero al enterarnos que su esfuerzo era para apoderarse del directorio para mangonear ante el nacional, y al tiempo me entero de todas las iniquidades que había cometido con los paramilitares y de su intervención en el saqueo de los dineros del pueblo, de su empecinamiento en que lo aceptaran como arquitecto sin serlo, para poder contratar, en fin, un ídolo de barro que se desmoronó ante mis ojos.
Ante la evidencia, mi hombría de bien me obliga a denunciarlo como lo he hecho otras veces contra gente más importante que él, aunque ustedes lo tengan como un dios, o ustedes, señores firmantes, que por lo visto sabían lo que pasaba, se imaginaron que yo lo elogiaba a sabiendas de lo que hacía?. No están ni tibios; si Jaime Gnecco elogia a un pillo como Muvdi sabiendo lo que ha hecho, es cuestión de salir de nuevo a las 12 del día con una lámpara a buscar un hombre honrado.
En esta sociedad, hipócrita y falsa, donde nadie dice una verdad porque se auto incrimina, los únicos que saben las pilatunas de sus jefes son los que lo acompañan a hacerlas y se lucran de ellas, los demás estamos inocentes hasta que salta la liebre, es como con los paramilitares, los que saben lo que pasó, son ellos mismos, no el Cardenal Rubiano ni nuestro Obispo Isaza.
Nada de cortesías vanas, no soy hombre de eso, cuando elogio a alguien, estoy convencido de ello, pero de pronto me equivoco, de ahí que lo haga pocas veces, lo mismo cuando acuso, por eso en el Periscopio del 7 de febrero dije que seré menos confiado, que creeré más en Dios, menos en la gente. Nada de camaleón, siempre doy la cara, firmo con mi nombre, soy un hombre libre de buenas costumbres si quieren un símil zoológico, digan un toro de casta, de noble actuar que embiste desde el vamos de frente, aunque la espada venga de frente.
Y éstas denuncias, son el ejemplo para la juventud, la política, como todas las actuaciones viriles, las considero deben hacerse en el ágora, a las doce del día, delante de todos, a ver, quién se atreve a robar en estas condiciones; lo hacen como en el merengue, a lo oscuro, como ladrones que son.
En esta sociedad en que vivimos, parece que no es crimen cometer un delito y si lo es, depende de quien lo comete; la gente decente se “sobresalta” cuando alguien con valor civil se atreve a denunciar el delito; como ya me ha pasado otras veces, les doy la solución que es fácil: si no quieren que se denuncie el delito, no lo cometan.
Los invito o los desafío, como quieran: a todos o a una escogencia de entre todos ustedes a que comparemos los cargos contra Muvdi que he hecho, con las pruebas de inocencia que ustedes tienen de él, el que pierda se retracta públicamente de todo, antes de elecciones, por supuesto.
Dios siempre me dio buena capacidad de discernimiento se lo agradezco a diario. Les agradezco sus consejos pero no se los acepto, porque sé más medicina que ustedes juntos y sé desde hace tiempo lo que me hace daño: mentira, envidia, hipocresía, cobardía, ingratitud, deslealtad, etc., por eso les huyo.
Tampoco les voy a dar consejos porque aprendí de mi madre que “árbol que crece torcido, nunca su rama endereza” y aquello de 2loro viejo no aprende a hablar”. Recuerden sí que “Alá es el único Dios y Mahoma es su profeta”.
Jaime Gnecco Hernández
NOTA A ÁLVARO IGLESIAS: Álvaro, ¿recuerdas que te dije que mi padre los apoyaría hasta que supiese la verdad?, pues ya la sabe. Te lo dije porque a mí me engendró y me crió él y conociéndolo como lo conozco, JAMÁS apoyaría o defendería a ningún delincuente, como lo ha demostrado desde que sabe quién es quién y desde que tiene en su poder las pruebas que le confirman lo que dice y denuncia. Ellos creyeron que lo tendrían engañado mucho tiempo y que utilizarían su buena imagen, su buen nombre y su credibilidad para beneficiarse y sacudirse de sus delitos, pero la cortina de humo no puede tener mayor cobertura que la verdad y tampoco puede permanecer por mucho tiempo.
CASTO GUTIÉRREZ RETAMOZO
QUILIAN ELÍAS RINCONES
JOHN JAIRO DÍAZ CARPIO
ALBERTO LUÍS GUTIÉRREZ
YOVANNY ROMERO RAMÍREZ
RAFAEL ARRIETA GARIAZAO
PEDRO MANUEL CONTRERAS
TITO PUMAREJO JAZBUN
JAQUELINE PADILLA
SERGIO MURILLO CLAVIJO
BASILIO PADILLA VÁSQUEZ
RICARDO MABEL IGUARÁN
PEDRO JIMÉNEZ PEROZA
YESITH TRIANA AMAYA
ANTONIO MONTAÑO BARÓN
JOHN GIL ROJAS
GABRIEL MUVDI ARANGUENA
ARTURO CALDERÓN
JOSE LUÍS URÓN
GONZALO GÓMEZ
GUILLERMO CASTRO DAZA
ÓSCAR GUERRA
EDUARDO MURILLO DAZA
SERGIO ZAPATA ROMERO
Valledupar, 16 de febrero de 2010
Señores
Amigos de A. Pedro. B. Muvdi
La Ciudad
En nombre de Alá, doy la bienvenida a su galante y exquisita carta que he recibido de ustedes y paso a contestarla. Me extrañó al principio que ella no viniera en una columna de “opinión”, como la mía que motivó la suya pero mirando la lista de los nombres, vi que no hay nadie entre ustedes que se dedique al oficio de escribir aunque sea como hobby, como lo hago yo, pero sí he podido notar que hay muchos que se dedican a los negocios, casi la mayoría, es decir, siempre están comprando o vendiendo algo, intervienen en licitaciones y se las ganan y son campeones para conseguir contratos, por eso no me extrañó que en contestación a mi modesto artículo, hayan utilizado páginas de “publicidad” en la que ustedes son expertos o más bien es lo único que saben.
Advierto que en la lista hay amigos entrañables, me imagino la presión para que firmaran pero si insisten en su posición y ratifican los epítetos que me endilgan, qué vamos a hacer, se han ido muchos amigos por nuestra intransigencia con la corrupción.
Al grano: ustedes pueden sufrir el sobresalto que quieran, pero la manera en que me dirijo a Pedro Muvdi no es no grosera ni irresponsable, lo mismo en lo que atañe a Pardo, porque todo lo que se dice es verdad, ahí no hay injurias ni calumnias, ni aseveraciones tendenciosas ni mucho menos mente perversa porque como decía un tío mío: “cuando yo digo que la mula es mora es porque tengo los pelos en la mano” todo lo que apareció en el artículo está consignado, tanto en la Fiscalía como en la Procuraduría general de la Nación y en la Corte Suprema de Justicia.
A ver si ustedes siguen engañados como lo estuve yo, como quiera que no ando detrás de nadie lamboneando creí que el movimiento de Pedro Muvdi para las elecciones de directorio del Partido era mística por el liberalismo para escoger a los mejores, pero al enterarnos que su esfuerzo era para apoderarse del directorio para mangonear ante el nacional, y al tiempo me entero de todas las iniquidades que había cometido con los paramilitares y de su intervención en el saqueo de los dineros del pueblo, de su empecinamiento en que lo aceptaran como arquitecto sin serlo, para poder contratar, en fin, un ídolo de barro que se desmoronó ante mis ojos.
Ante la evidencia, mi hombría de bien me obliga a denunciarlo como lo he hecho otras veces contra gente más importante que él, aunque ustedes lo tengan como un dios, o ustedes, señores firmantes, que por lo visto sabían lo que pasaba, se imaginaron que yo lo elogiaba a sabiendas de lo que hacía?. No están ni tibios; si Jaime Gnecco elogia a un pillo como Muvdi sabiendo lo que ha hecho, es cuestión de salir de nuevo a las 12 del día con una lámpara a buscar un hombre honrado.
En esta sociedad, hipócrita y falsa, donde nadie dice una verdad porque se auto incrimina, los únicos que saben las pilatunas de sus jefes son los que lo acompañan a hacerlas y se lucran de ellas, los demás estamos inocentes hasta que salta la liebre, es como con los paramilitares, los que saben lo que pasó, son ellos mismos, no el Cardenal Rubiano ni nuestro Obispo Isaza.
Nada de cortesías vanas, no soy hombre de eso, cuando elogio a alguien, estoy convencido de ello, pero de pronto me equivoco, de ahí que lo haga pocas veces, lo mismo cuando acuso, por eso en el Periscopio del 7 de febrero dije que seré menos confiado, que creeré más en Dios, menos en la gente. Nada de camaleón, siempre doy la cara, firmo con mi nombre, soy un hombre libre de buenas costumbres si quieren un símil zoológico, digan un toro de casta, de noble actuar que embiste desde el vamos de frente, aunque la espada venga de frente.
Y éstas denuncias, son el ejemplo para la juventud, la política, como todas las actuaciones viriles, las considero deben hacerse en el ágora, a las doce del día, delante de todos, a ver, quién se atreve a robar en estas condiciones; lo hacen como en el merengue, a lo oscuro, como ladrones que son.
En esta sociedad en que vivimos, parece que no es crimen cometer un delito y si lo es, depende de quien lo comete; la gente decente se “sobresalta” cuando alguien con valor civil se atreve a denunciar el delito; como ya me ha pasado otras veces, les doy la solución que es fácil: si no quieren que se denuncie el delito, no lo cometan.
Los invito o los desafío, como quieran: a todos o a una escogencia de entre todos ustedes a que comparemos los cargos contra Muvdi que he hecho, con las pruebas de inocencia que ustedes tienen de él, el que pierda se retracta públicamente de todo, antes de elecciones, por supuesto.
Dios siempre me dio buena capacidad de discernimiento se lo agradezco a diario. Les agradezco sus consejos pero no se los acepto, porque sé más medicina que ustedes juntos y sé desde hace tiempo lo que me hace daño: mentira, envidia, hipocresía, cobardía, ingratitud, deslealtad, etc., por eso les huyo.
Tampoco les voy a dar consejos porque aprendí de mi madre que “árbol que crece torcido, nunca su rama endereza” y aquello de 2loro viejo no aprende a hablar”. Recuerden sí que “Alá es el único Dios y Mahoma es su profeta”.
Jaime Gnecco Hernández
NOTA A ÁLVARO IGLESIAS: Álvaro, ¿recuerdas que te dije que mi padre los apoyaría hasta que supiese la verdad?, pues ya la sabe. Te lo dije porque a mí me engendró y me crió él y conociéndolo como lo conozco, JAMÁS apoyaría o defendería a ningún delincuente, como lo ha demostrado desde que sabe quién es quién y desde que tiene en su poder las pruebas que le confirman lo que dice y denuncia. Ellos creyeron que lo tendrían engañado mucho tiempo y que utilizarían su buena imagen, su buen nombre y su credibilidad para beneficiarse y sacudirse de sus delitos, pero la cortina de humo no puede tener mayor cobertura que la verdad y tampoco puede permanecer por mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.